El ácido húmico previene las condiciones del suelo que conducen a la escorrentía y la volatilización: las moléculas trabajan para aumentar rápidamente la materia orgánica y unir nutrientes a las partículas del suelo hasta que las plantas las necesiten. Las moléculas de ácido húmico y fúlvico estabilizan los fertilizantes químicos en el suelo, disminuyendo la pérdida típica del 50-80% que ocurre en la mayoría de las situaciones. Esta es una ventaja para el bolsillo del agricultor y el medio ambiente.

Hay muchos beneficios al usar sustancias húmicas en su plantación agrícola. Su principal activo es cómo facilitan naturalmente la absorción y el uso de nutrientes de su cultivo. Los ácidos fúlvicos son quelatos naturales. Cuando introduce los micronutrientes que sus cultivos necesitan en su entorno, los ácidos fúlvicos forman enlaces para protegerlos de reaccionar con otros iones en el entorno de la planta y potencialmente ser dominados por ellos. Al unirse al quelato, los nutrientes pueden viajar por las raíces de la planta a su tejido, donde el quelante puede liberarlos.

Mayor materia orgánica, plantas más sanas y fuertes son mucho más fuertes y resistentes. La materia orgánica cumple muchas funciones diversas dentro de un suelo sano: mejora la estructura del suelo,  amortigua las sales, minerales y toxinas de las raíces de las plantas y regula el pH del suelo.

Estimula la actividad biológica beneficiosa.

El ácido húmico y fúlvico contiene oxígeno en su estructura molecular, y proporciona este oxígeno a la biología beneficiosa del suelo, incluso si el suelo en sí es muy bajo en oxígeno. Los ácidos húmicos se pueden encontrar en dos estados (sólidos o líquidos), siendo los líquidos los que han pasado por un proceso químico para la extracción de la eséncia y por ende conseguir mayor pureza.

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